Las terapias de intervención auditiva o de escucha estimulan el cerebro y mejoran los mecanismos de escucha, potenciando los efectos de las terapias tradicionales cuando se utilizan conjuntamente.
Estos programas mejoran la forma en que el cerebro procesa la información auditiva, mejorando la capacidad de escucha, la discriminación de sonidos y la percepción auditiva.
Al abordar estos retos, contribuyen a mejorar la comunicación, el aprendizaje y el funcionamiento diario de las personas con APD o SPD.